La Visión del Mundo: ¿Qué es?

“Vemos lo que somos.”

Tú, yo, todos tenemos una Visión del Mundo. Una forma personal y única de interpretar la realidad que nos rodea. Se conforma por todos los pensamientos, creencias y significados acerca del mundo y de cómo debemos comportarnos ante las situaciones. Se empieza a formar de manera consciente e inconsciente desde que nacemos (incluso, ciertos estudios dicen que es desde la concepción) , y es prácticamente imposible de predecir ya que depende de cientos de factores aleatorios que no podemos controlar: nuestra constitución genética, el país en el que nacimos, la familia que recibe, la relación de nuestros padres y familiares, la cantidad de hermanos y otros miembros de la familia, la educación que recibimos, la religión y los valores que nos inculcaron, entre muchos otros. Todas esas personas y entornos nos transmiten miles y miles de preceptos como:

 

"La familia es primero"

“La pareja es para toda la vida”,

"Pobres pero honrados"

“Equivocarse es malo.”

“Debes pertenecer y comportarte como pide la sociedad.”

“Ten cuidado de hacer el ridículo. La imagen lo es todo.”

“Debes trabajar y esforzarte por ser exitoso.”

“Un buen hijo/padre/esposo es…”

“Una buena hija/madre/esposa debe…”

“Para vivir bien hay que sacrificarse.”

“Querer abundancia de algo es codicia.”

 

Seguramente ya se te vinieron a la mente muchos otros. Desde esas interpretaciones heredadas creamos modelos mentales de cómo debería funcionar la vida:

Cómo debe ser el trabajo, cómo deben ser las relaciones, cómo es una pareja ideal, un padre ideal, el hijo perfecto, qué es la muerte, cómo deben comportarse los hombres o las mujeres, cuál es el peso ideal, el cuerpo ideal, qué es el dinero y cómo es la forma correcta de obtenerlo… esta visión es fundamental para nuestra vida ya que filtra toda la información que entra por nuestros sentidos y es a partir de ella que nos relacionamos con lo que sucede a nuestro alrededor y le adjudicamos significados a las personas y sus acciones. Además, nos impulsa a fijarnos más en ciertas cosas e ignorar otras. Rige lo que terminamos definiendo como “realidad”.

 

Sin embargo, no existen dos visiones del mundo idénticas, ya que no existen dos personas que les haya tocado la misma combinación de circunstancias; ni siquiera a gemelos. Está comprobado cómo el simple orden en el que gemelos idénticos nacen, impacta su desarrollo físico y emocional. Realmente hay tantas visiones del mundo como personas en él. El problema es que, a nivel personal, muchas de las creencias que tenemos nos dan resultados favorables. Y en nuestro inagotable deseo de comprobar que nuestra visión del mundo es correcta, terminamos atrayendo esas situaciones y realidades. Salimos al mundo tratando de reafirmar esos pensamientos creando un ciclo que refuerza la creencia que nuestra visión es “la forma correcta en la que el mundo debe funcionar” y esperamos, o incluso forzamos, a que otras personas lo acepten y compartan.

 

Es de suma importancia tener conciencia de nuestra visión del mundo y más de tener presente que, aunque lo parezca, no es la realidad. Es NUESTRA interpretación subjetiva de la misma y, como tal, no es absoluta. Entender que, aunque podamos tener varios pilares en común con otros, nadie tiene una visión idéntica a la nuestra es una ventana a un mundo lleno de oportunidades para acercarnos a nuestra paz. Aceptarlo es un paso esencial para iniciar el camino a la transformación y sanar relaciones que puedan generarnos tensiones y conflictos no deseados.

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